Levantate y mira esa higuera que no ha podido dar fruto, porque un día fue Jesus por buen fruto a ella y no tenía nada digno de comer.
Entonces Jesús dijo a la higuera: nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raices. Marcos 11:14-20
Hoy, gracias a ti se levanta el castigo, Dios te ha enviado a levantar una cosecha en desierto seco, donde nadie ha visto fruto, tu serás capaz de hacer un viñedo porque Dios está contigo.
Creelo y así se hará!
Bendiciones,
Por: José Ramón Ramos, siervo de Dios.